Consecuencias de la batalla
CONSECUENCIAS
Las bajas en ambos lados fueron enormes. Los chilenos contabilizaron 516 muertos y 179 heridos, más que en las batallas de Pisagua, Germania y Dolores juntas.
La derrota chilena de Tarapacá no cambió sus planes de campaña, y sólo ocasionó la renuncia de Vergara a su comisión al ser culpado del desastre, siendo de todos, el que menos responsabilidad tenía. Para el coronel Arteaga fue el fin de su carrera militar.
Para los peruanos, en tanto, la victoria de Tarapacá no cambió su situación, ya que luego de la batalla el ejército abandonó el lugar con destino a Arica, junto con toda la población que, huyendo de las represalias, dejó sus hogares. Al llegar a Arica el general Buendía y el Coronel Suárez fueron puestos bajo arresto por el Contraalmirante Montero culpándolos de las derrotas y por haber dejado Tarapacá en manos chilenas. La historiografía tradicional peruana, a pesar de reinvindicar el desempeño del coronel Suárez,6 negará sistemáticamente cualquier mérito del general Juan Buendía en la acción de Tarapacá y se lo asignará a Cáceres, Bolognesi, Ugarte y demás oficiales subalternos. Las derrotas sin embargo, en especial la de San Francisco, serán atribuidas por completo al general en jefe.
Tanto en Chile como en Perú (Día de la Infantería, en este último) se conmemora esta batalla en virtud de las acciones de valor y heroísmo que cada país destaca entre los suyos.
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